pcpargentina
  Documento 05
 
Una polemica actual: marxismo vs oportunismo: analisis historico

               

La lucha contra el kautskismo y el revolucionarismo pequeñoburgues anarquista


La esencia de un socialdemócrata, de un oportunista, es siempre la elección del camino de la menor resistencia, nunca del difícil camino de las necesidades históricas.

La crisis del movimiento comunista internacional ha replanteado las polémicas de Lenin con Kautsky, y la polémica de Lenin con el revolucionarismo pequeñoburgues de los años previos y posteriores a la revolución rusa de 1917. Sus términos eran esencialmente semejantes a los de las polémicas de Marx contra los oportunistas. Para Kautsky el resultado inevitable del desarrollo capitalista era la transformación del proletariado en mayoría de la población, lo que le permitiría, a traves del sufragio universal, del respeto a la legalidad democrática, y de un largo proceso de reformas sociales y políticas, tomar el poder. Kautsky despojaba a la democracia de su contenido clasista; era un renegado del marxismo y regreso a las concepciones demócratas pequeñoburguesas que imaginan posible una "democracia pura", por encima de las clases, y no comprenden que todo Estado es una maquina destinada a someter una clase por sobre la otra y que, como decía Engels, mientras el proletariado siga usando el Estado, no lo usara en interés de la "libertad" sino para dominar a sus adversarios, y apenas se haga posible hablar de libertad el Estado dejara de existir. Hay una conexión orgánica entre el evolucionismo pacifista de Kautsky y su posición frente al imperialismo. Kautsky disimula la profundidad de las contradicciones del imperialismo y la inevitable crisis revolucionaria que este engendra. Su tesis sobre el "ultraimperialismo" o "superimperialismo", considera que se llegara a una sociedad mundial regida por un acuerdo de los monopolios que llegaran a conformar un único gran monopolio entre las grandes potencias imperiales. Lenin en cambio, calificaba al imperialismo de capitalismo agonizante; y planteo que el mismo llevaba las contradicciones del capitalismo a su ultimo limite, al limite extremo, del cual empieza la revolución.
La lucha del Partido Bolchevique contra el kautskismo se dio, simultáneamente, con la lucha contra "otro enemigo del bolchevismo en el movimiento obrero" como explico Lenin. Ese enemigo era el revolucionarismo pequeñoburgues, parecido al anarquismo o que ha tomado cosas de el y que se aparta en todo lo esencial de las condiciones y exigencias orgánicas para una consecuente lucha de clases.
La polémica de Marx y Lenin con el oportunismo socialdemócrata, y con el anarquismo, fue en su contenido esencial una polémica interna del movimiento obrero argentino, desde su cuna, a fines del siglo XIX. Primero entre el núcleo marxista de Lallemant, de un lado, y los reformistas acaudillados por Juan B. Justo. Luego entre Justo, Repetto, y otros dirigentes del Partido Socialista, y el núcleo defensor de la revolución rusa y los principios marxistas (Recabarren, Penelon, Ghioldi, etc.). Por otra parte la polémica entre marxistas y reformistas fue paralela a la polémica entre marxistas y anarquistas. Estos últimos eran por entonces muy influyentes en el seno del movimiento obrero. La experiencia de la Semana Trágica u las grandes luchas de esa época, entre otras las de la Patagonia y La Forestal, unidas a la experiencia internacional de la Revolución Rusa, demostrarían la ineficiencia anarquista para hacer avanzar, realmente, al movimiento obrero revolucionario.
Esta derrota del anarquismo se consolidaría con el desarrollo del capitalismo y el crecimiento del proletariado industrial.

Actualmente se ha reencendido la polémica entre marxismo-leninismo y el oportunismo y el revolucionarismo pequeñoburgues. En nuevas condiciones históricas, con nuevas formas, la lucha de clases contemporánea reproduce la vieja lucha teórica en el seno del movimiento revolucionario. Nuestro ideal no surge de una utopía sino del estudio científico de la realidad. La sociedad por la que luchamos surgirá de esta sociedad y no de fantasías. Mirando el breve lapso histórico transcurrido desde que triunfo la primera revolución proletaria y comparándola con la lucha antiesclavista y antifeudal, no encontramos motivos para el pesimismo. Afirmamos en la practica la vigencia del leninismo frente al camino kautskiano o al revolucionarista pequeñoburgues. Al final de ese camino no esta el reino dorado de la utopía; no esta el "milenio de oro", sino décadas y décadas de agudización en la lucha de clases, nuevas luchas revolucionarias, vueltas y revueltas; solo asi se terminara por instaurar, mundialmente, el comunismo, que significara el inicio, como dijo Marx, de la verdadera historia del hombre, entendiendo a las distintas sociedades divididas en clases, que la preceden, como la prehistoria humana. Y al comunismo se llegara para partir de nuevo, ya que en la historia el fin de cada etapa es el comienzo de una nueva en el desarrollo dialéctico de la humanidad.
La polémica entre Lenin y Kautsky es la polémica entre partidarios y adversarios de la revolución. En la época de la lucha antifascista y, muy especialmente luego de la II Guerra Mundial, en tanto el camino leninista triunfaba en China, las tesis de Kautsky fueron adoptadas por muchos Partidos Comunistas. En América Latina hizo estragos en la forma de "Browderismo" (se llamo asi a la línea planteada por el Secretario General del PC estadounidense, Earl Browder).
Fue esta experiencia histórica la que estudio Mao Tsetung, quien la sintetizo, científicamente, en la teoría de la continuación de la revolución dentro de la dictadura del proletariado. Mao Tsetung, durante la Revolución Cultural Proletaria, se apoyo en la creación revolucionaria de los movimientos de masas para señalar un camino de lucha contra el revisionismo. Esto es lo que no le perdonan los neokautskianos modernos, que se esfuerzan por arrastrar su figura por el fango, volcando sobre ella las mas inmundas calumnias, semejantes a las que se volcaron, en su momento, contra Lenin y Stalin. Esfuerzo en vano, porque las masas y los revolucionarios no juzgan a sus líderes por los chimentos venenosos del revisionismo, sino por los hechos evidentes de la práctica histórica.
Esos teóricos antileninistas, kautskianos o bakuninists, quieren librar el orden social al capricho de voluntades individuales; imaginan procesos idílicos, ahistóricos, modelos abstractos y metafísicos. Los marxistas-leninistas-maoístas implementaremos desde el Partido Comunista Popular organización y dirección a toda asociación; transformando las voluntades individuales en voluntades colectivas, y, de esa manera, descabezando al oportunismo en cualquiera de sus variantes
.

Partido Comunista Popular