La Unión Europea no es un país, son 27 naciones con distintos grados de desarrollo (Alemania conforma la mitad del PBI), pero su moneda es supranacional. Aqui su principal problema, no pueden compatibilizar una moneda con un Banco Central cuando hay un ministerio de finanzas por cada país integrante. Los países que integran la Unión Europea son muy diferentes en términos lingüísticos, en términos étnicos. Los celos por la cuestión de la "identidad nacional" impidieron la firma en Bruselas de una Constitución Europea.
La situación se degrada aceleradamente, el binomio "crédito barato-dinero fácil" característico del periodo 2003-2007 esta acabado, esa vía jamás volverá. En menos de cuatro años de una situación en la que los responsables económicos y los voceros de la burguesía predicaban las bondades del mercado ilimitado, de momento a otro las carencias generalizadas han sumido a los ciudadanos del mundo en un autentico estado de shock. La regulación de la economía trae inevitablemente la implantación de una economía de subsistencia. El crack de 2010 que vive la Unión Europea no se debe a una crisis de sobreconsumo no satisfecho por una oferta limitada, sino a la escasez, tanto de recursos productivos como de capacidad de compra; al avanzar parece que esta crisis esta mas próxima a la de 1929 que a la producida en Estados Unidos recientemente a partir de la quiebra de Lehman Brothers. Ya no es sorpresa que China sea uno de los pilares del capitalismo global. Su demanda de alimentos y petróleo se mantiene firme y esto permite que no se derrumben los principales commodities del capitalismo: El barril de crudo y la tonelada de soja. Abre grietas en todo el planeta, emerge de las entrañas de un sistema enfermo, deja al desnudo de millones un abismo de explotación, impunidad y rapiña. La crisis del capitalismo recorre el mundo, confirmando a la vez sus perversidades y contradicciones y aplicando en cada rincón las mismas formulas. Hubo quienes, en el colmo del absurdo, se apropiaron de la categoría de adivinos al colocar en la faja de sus libros patéticas frases marketineras como: "El hombre que pronostico la crisis mundial", ignorantes quizá de que un hombre llamado Carlos Marx se les había adelantado en el tiempo unos 150 años, detallando la estructura del mismo sistema. Sin embargo, detrás de una correcta caracterización de un sistema que no puede evitar ingresar cíclicamente en crisis estructurales, no se puntualiza con el mismo énfasis que la ausencia de una alternancia política, superadora, revolucionaria y visible para los pueblos sometidos por el rigor de la debacle económica, impide un análisis totalmente optimista con respecto al desarrollo de una etapa histórica traumática. Sin la construcción de esa opción socialista, protagonizada por las verdaderas victimas de un capitalismo en crisis crónica, el mismo sistema infecto apelara (de hecho, lo esta haciendo) al recurso de utilizar las mismas variables y cargarlas sobre las espaldas de los mismos de siempre: Los trabajadores. Es que, habrá que decir otra vez, la gran fortaleza del capitalismo es la ausencia de esa alternancia real. El ejemplo de Grecia recorre Europa. El congelamiento de jubilaciones y pensiones, la reducción de salarios y los recortes en obras públicas impulsan a las masas a organizarse como hace décadas no se veía. Las reivindicaciones activas están dando paso a un papel más protagónico de los comunistas en Europa. Esto se suma a la política xenófoba de regimenes fascistas como los de Italia o Polonia, donde existen barrios vigilados en lo que encierran a inmigrantes y a ciudadanos a los que consideran potencialmente peligrosos. Sus políticas de exclusión esta a ojos vistas de la humanidad. "Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos cuando de lo que se trata es de transformarlo", anoto Marx en sus Tesis sobre Feuerbach, un par de siglos atrás, marcando con claridad singular el corazón de una discusión ausente detrás de tantos sesudos análisis económicos. Sin tomar en cuenta la segunda parte de la cita de Marx, de poco valen los pronósticos acertados del puñado de observadores que siguen pedaleando en el aire, muchos de ellos consumidos en sectas ajenas a una realidad que hoy exige respuestas urgentes, que vayan mas allá de carreras electorales donde siempre salen victoriosas las alternativas amoldadas a los parámetros de instituciones del poder burgués.
Intervencion del Partido Comunista (Maoista) de Italia en la Conferencia de Hamburgo